Quién es quién en la carrera por obtener ventaja en el desarrollo de la Inteligencia Artificial

No se puede saber a ciencia cierta hacia donde se va a mover la investigación científica, pero en el corto plazo, una de las tecnologías más ambiciosas y disruptivas que está investigando el ser humano es la inteligencia artificial.

A los actores tradicionales, Japón, Europa, y Estados Unidos, se ha unido China. Con dinero, talento y la voluntad política necesaria para progresar, algunos analistas prevén que durante el próximo lustro adelanten a los mismísimos Estados Unidos en este campo, que tiene implicaciones no solo en el ámbito científico, militar e industrial, ya que la inteligencia artificial será decisiva en el campo de la economía, sino lo está siendo ya.

El presidente de Google avisa del desafío chino

Eric Schmidt, presidente de Google (precisamente una de las empresas que ayudan a mantener la primacía estadounidense en cuanto a investigación en inteligencia artificial se refiere) relató ante el Comité de Ciencia, Espacio y Tecnología de la Cámara de Representantes que la inversión china en inteligencia artificial, supercomputación, comunicaciones inalámbricas… se cifra en miles de millones, lo que en un país con una economía tan férreamente dirigida desde arriba implica que los dirigentes chinos están firmemente comprometidos con el desarrollo científico de su nación. "A medida que comience la década de 2020, deberíamos estar preparando nuestra política y nuestra legislación para competir eficazmente en un mundo de 2030 que puede parecer muy diferente", fueron las inquietantes palabras de Schmidt.

¿Por qué es tan importante la Inteligencia Artificial de cara al futuro?

Hasta ahora la tecnología ha requerido una supervisión humana más o menos constante. Es cierto que las máquinas tienen más fuerza, son más precisas y cuentan con una velocidad de cálculo mayor que la del más virtuoso de los humanos en cualquiera de esos campos, pero, sin la capacidad de decidir e improvisar de la que hasta ahora solo hacemos gala los seres humanos, las máquinas son poco menos que herramientas. Pero todo eso cambiaría con el desarrollo de una verdadera inteligencia artificial autónoma.

Si las máquinas cuentan con software que ejerza de mente, dotada de una auténtica inteligencia, obtendríamos una simbiosis perfecta, un ser que no se cansa, ni siente ni padece.

De hecho, ya hay algoritmos trabajando en bolsa, e incluso en el trading online que operan en representación de corporaciones humanas, ya que una vez han aprendido a base de prueba y error son extremadamente rápidas. De todas formas, a pesar de lo espectaculares y útiles que pueden parecernos no podemos decir que sean auténticas inteligencias.

¿Cómo es posible que puedan operar estos algoritmos en un campo, el de la economía, que parece tan humano? Pues porque tanto en la inversión como en el trading la clave del éxito radica en saber leer la tendencia del mercado y su lenguaje.

Sirva como ejemplo una operación arquetípica de trading online. Imaginemos que hacemos trading de Forex tomando como par el dólar estadounidense y el euro, la moneda de la eurozona (USD/EUR). El trader humano basará la predicción para abrir una posición en las noticias de la actualidad económica y política, el movimiento anterior de las divisas implicadas, quizás también en el apalancamiento que ofrezca el bróker al operar con esas monedas; el apalancamiento es deuda (crédito que nos presta el bróker) que aumenta nuestro capital, y por lo tanto el valor de nuestra posición en una operación financiera, incrementando en gran medida los beneficios pero también las pérdidas potenciales en las que podemos incurrir, ya que nosotros solo pondremos una pequeña parte del valor de toda la operación como garantía. Los beneficios o pérdidas se calculan sobre el valor total de nuestra operación y no solo sobre nuestro depósito con lo que un pequeño movimiento del precio al alza o a la baja puede devorar rápidamente toda nuestra inversión, o incluso dejarnos endeudados si el bróker en cuestión no nos protege frente a balances negativos.

En base a todos los datos analizados el trader decidirá si abrir una operación en corto pensando en una bajada en la cotización del dólar o por el contrario una operación en largo, si cree que la moneda estadounidense va a subir con respecto a su homóloga europea. Pues los algoritmos van aprendiendo mediante simulaciones a utilizar la mayoría de los mimos factores que tiene en cuenta un trader humano, solo que a una velocidad que solamente es posible para el software.

Una previsión para el futuro

Aunque de momento la hegemonía estadounidense en el desarrollo de la inteligencia artificial parece incontestable, es igualmente difícil de rebatir el hecho de que la delantera en medios la tiene China, con lo que más temprano que tarde terminará por alcanzar a los EEUU primero para después superarlos en un campo que promete cambiar nuestro mundo de formas que todavía no podemos ni imaginar.